domingo, 23 de febrero de 2014

Mariano José de Larra




   Biografía :
   Mariano José de Larra nació el 24 de marzo de 1809 en Madrid, en la calle de Segovia. En ella trabajaba su abuelo. Sus padres fueron Mariano de Larra y Langelot y su segunda esposa, María de los Dolores Sánchez de Castro. El padre, que era médico, se distinguió como afrancesado, ocupando el puesto de cirujano militar en el ejército josefino, durante la Guerra de la Independencia, por lo que en 1813, cuando el futuro autor tenía cuatro años, su familia tuvo que abandonar el país siguiendo al rey José I Bonaparte y exiliarse, primero en Burdeos y después en París. Gracias a la amnistía decretada por Fernando VII, la familia pudo regresar a España en 1818 y se estableció en Madrid, donde el padre se convirtió en médico personal del infante don Francisco de Paula, uno de los hermanos del rey Fernando.Larra prosiguió en Madrid los estudios comenzados en Francia, y fue siguiendo a su padre en los destinos que iba ocupando en distintos puntos de España. En 1824 se instaló en Valladolid para estudiar en la Universidad. Aunque no se presentó a ningún examen ese curso, en octubre de 1825 aprobó todas las asignaturas. La causa de su no presencia en los exámenes puede deberse a un «acontecimiento misterioso» que alteró su carácter completamente. Posteriormente se ha afirmado que se enamoró de una mujer mucho mayor que él, que resultó ser la amante de su padre. Tras asistir a los exámenes de octubre, dejó los estudios de Valladolid y volvió a Madrid (1825).Prosigue sus estudios y en 1827 ingresa en los Voluntarios Realistas, cuerpo paramilitar formado por fervientes absolutistas, significados por su participación en la represión contra los liberales. Al tiempo empieza a escribir poesía, fundamentalmente odas y sátiras.
Sin embargo, será el periodismo satírico lo que saque a la luz a Larra. Con diecinueve años, en 1828 Larra publica un folleto mensual llamado El duende satírico del día. Será una serie de cinco cuadernos en la línea de las revistas de ensayos inauguradas en Inglaterra a comienzos del XVIII con The Spectator, de Addison y Steeles, y que en España representan El duende especulativo de la vida civilEl Pensador y El Censor, dedicados a la crítica de la sociedad de su tiempo. Larra firmaría con el seudónimo el Duende. En esta publicación empieza a entreverse el genio satírico que Larra desplegaría posteriormente. Larra no es, sin embargo, un opositor al régimen absolutista, sino un periodista que, mediante la sátira, critica la situación social y política del momento.
Formaba parte de un grupo de jóvenes inquietos y disconformes que se reúnen en un café de la calle del Príncipe en Madrid. La tertulia es bautizada como «El Parnasillo». En diciembre de 1828, Larra tiene un enfrentamiento en el café con José María de Carnerero, director de El Correo Literario y Mercantil, al que «El duende» había criticado en sus últimos números. Carnetero acude a las autoridades, que cierran la publicación. No obstante, Larra había conseguido ya cierto renombre como agudo observador de las costumbres y de la realidad cultural, social y política del momento.
El 13 de agosto de 1829 se casó con Josefa Wetoret Velasco. El matrimonio fue desgraciado y acabaría en separación pocos años después; tuvieron sin embargo tres hijos: Luis Mariano de Larra, Adela yBaldomera, que tenían cinco y cuatro años, respectivamente, cuando Larra se suicidó, en 1837. Adela fue amante de don Amadeo I de Saboya y Baldomera se casó con el médico del rey, don Carlos de Montemar, quien, al renunciar don Amadeo al trono, emigró a América y dejó a su esposa con hijos pequeños en Madrid; Baldomera se dedicó a la banca y fue una de las creadoras de la llamada estafa piramidal, por la que fue condenada a prisión; terminó sus días en Argentina, a principios del siglo XX.
Durante 1830, Larra se dedica a la traducción de piezas francesas para el empresario teatral Juan Grimaldi, al tiempo que empieza a escribir las suyas propias. Ese año sería crucial, puesto que conoce a Dolores Armijo, casada con un hijo del conocido abogado Manuel María de Cambronero, con la que iniciaría una tormentosa relación en 1831.
En 1832 vuelve al periodismo de crítica social con El Pobrecito Hablador, en el cual escribió con el seudónimo de Juan Pérez de Munguía. En El Pobrecito, Larra muestra la ilusión ilustrada y progresista de que es posible superar, con la esperanza en el mañana, el castellanismo viejo de un patriotismo anquilosado en el pasado. El Pobrecito Habladorcesa de publicarse en marzo de 1833, varios meses después de que Larra comenzase a colaborar con La Revista Española, periódico de orientación liberal que había nacido en noviembre de 1832, aprovechando que la enfermedad del rey había dejado el gobierno en manos de la reina María Cristina, abriendo las esperanzas de los liberales. Con el seudónimo de Fígaro, insertaría crítica literaria y política dentro de cuadros costumbristas, al amparo de la relajación auspiciada por la muerte de Fernando VII. Se harán famosos artículos como Vuelva usted mañanaEl castellano viejoEntre qué gentes estamosEn este país y El casarse pronto y mal, entre otros. Más allá de la crítica social, Larra ataca a los carlistas comprometido con la transformación política del absolutismo al liberalismo.
En 1834 publicó la novela histórica El doncel de don Enrique el Doliente cuyo protagonista es el del drama histórico Macías, prohibido por la censura el año anterior y que se estrena el 24 de septiembre. Ambas se basan en la trágica vida del poeta medieval Macías y en sus amores adúlteros, un argumento que refleja en cierto modo la relación que mantenía con Dolores Armijo. En el verano de 1834, Dolores lo abandona y se va de Madrid, en tanto que se separa de su mujer, embarazada, la cual dará a luz una niña, Baldomera, después de la ruptura (la segunda hija tras Adela, la que habían tenido en 1832).
En 1835 emprendió un viaje a Lisboa, desde donde embarcó rumbo a Londres y luego a París, pasando antes por Bruselas. En París se quedaría varios meses, conociendo a Victor Hugo y Alexandre Dumas. Ese año se había comenzado a publicar en Madrid una recopilación de sus artículos: Fígaro. Colección de artículos dramáticos, literarios, políticos y de costumbres. De regreso en Madrid, trabajó para el periódico El Español. En esta época, la preocupación política dominaba en sus escritos. Larra apoya al principio al gobierno de Mendizábal, sin embargo comienza a criticarle al observar que la desamortización redunda en perjuicio de los más necesitados. Tras la caída del gobierno de Mendizábal, decidió intervenir en la política activa a favor de los moderados, siendo elegido diputado por Ávila (1836). Sin embargo, el Motín de La Granja (1836), con la que se restaura la Constitución de 1812, impidió que tomara posesión de su escaño.
En la noche del 13 de febrero de 1837 Dolores Armijo, acompañada de su cuñada, le visita en su casa, comunicándole que no había ninguna posibilidad de acuerdo. Apenas habían salido las dos mujeres de la casa, se suicidó de un pistoletazo en la sien derecha. Tenía veintisiete años.

Obras :
  • Obras Completas de D. Mariano José de Larra, Montaner y Simón, Barcelona, obra principal. (1886)
  • Macías: Drama histórico que muestra el amor contrariado por el destino, que lleva a la muerte.
  • El doncel de don Enrique el Doliente: Novela histórica ambientada en la Edad Media, según la costumbre romántica. En ella Larra retoma el tema de su drama Macías.



miércoles, 19 de febrero de 2014

Gustavo Adolfo Bécquer

Gustavo Adolfo Bécquer


BIOGRAFÍA
Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida nacido el 17 de febrero de 1836. Él es más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer, fue un poeta y narrador español, perteneciente al movimiento del Romanticismo. Por ser un romántico tardío, ha sido asociado igualmente con el movimiento posromántico. Aunque en vida ya alcanzó cierta fama, solo después de su muerte y tras la publicación del conjunto de sus escritos alcanzó el prestigio que hoy se le reconoce. Fallecido en Madrid el 22 de diciembre de 1870.
Portrait of Gustavo Adolfo Bécquer, by his brother Valeriano (1862).jpg
OBRAS
  • Las Rimas, obra que recogieron sus amigos, tras el incendio de la casa donde estas obras poéticas se guardaban, como una especie de historia de amor en la que se ve como el poeta va pasando por el proceso creador, el amor esperanzado, el desengaño y el dolor o la muerte.
  • Historia de los templos de España, Madrid, 1857, publicada sólo el tomo I.
  • Cartas literarias a una mujer, 1860-1861, publicadas en El Contemporáneo.
  • Cartas desde mi celda, Madrid, 1864, son nueve, publicadas en El Contemporáneo, y reunidas posteriormente en la edición de Fortanet con el título Desde mi celda.
  • Libro de los gorriones, 1868, manuscrito.
  • Obras completas, Madrid, Fortanet, 1871, 2 volúmenes.

LEYENDAS
  • El caudillo de las manos rojas1858.
  • La vuelta del combate1858.
  • La cruz del diablo1860.
  • La ajorca de oro1861.
  • El monte de las ánimas1861.
  • Los ojos verdes1861.
  • Maese Pérez, el organista1861.
  • Creed en Dios1862.
  • El rayo de luna1862.
  • El Miserere1862.
  • Tres fechas1862.
  • El Cristo de la calavera1862.
  • El gnomo1863.
  • La cueva de la mora1863.
  • La promesa1863.
  • La corza blanca1863.
  • El beso1863.
  • La Rosa de Pasión1864.
  • La creación1861.
  • ¡Es raro!1861.
  • El aderezo de las esmeraldas1862.
  • La venta de los gatos1862.
  • Apólogo1863.
  • Un boceto del natural1863.
  • Un lance pesado.
  • Memorias de un pavo1865.
  • Las hojas secas.
  • Historia de una mariposa y una araña.
  • La mujer de piedra, inacabada.
  • Amores prohibidos.
  • El rey Alberto.

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER


   Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida (Sevilla 17 de febrero de 1836 madrid, 22 de diciembre de 1870), más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer, fue un poeta y narrador español, perteneciente al movimiento del Romanticismo. Por ser un romántico tardío, ha sido asociado igualmente con el movimiento posromántico. Aunque en vida ya alcanzó cierta fama, solo después de su muerte y tras la publicación del conjunto de sus escritos alcanzó el prestigio que hoy se le reconoce. 
Siendo su padre un célebre pintor del constumbrismo sevillano quien dejó huérfano a Adolfo a los cinco años; comenzó sus primeros estudios en el colegio San Antonio Abab,para luego pasar a tomar la carrera naútica en el colegio San Telmo. A la edad de diecisiete años dejó a su madrina y a la buena  posición que esta le proporcionaba para viajar a Madrid  en busca de fortuna a través  del campo de la letras que se le daba con facilidad,



Su obra más célebre son las Rimas y Leyendas. Los poemas e historias incluidos en esta colección son esenciales para el estudio de la literatura hispana, sobre la que ejercieron posteriormente una gran influencia.
Las Rimas de Bécquer iban a ser costeadas y prologadas por su amigo, el ministro de la Unión Liberal de O´Donell, Luis Gonzalez Bravo, pero el ejemplar se perdió en los disturbios revolucionarios de 1868. Algunas sin embargo habían aparecido ya en los periódicos de entonces entre 1859 y 1871: El ContemporáneoEl Museo UniversalLa Ilustración de Madrid y otros. El poeta, con esta ayuda, con la de su memoria y la de sus amigos reconstruyó el manuscrito, que tituló Libro de los gorriones y se conserva en la Biblioteca nacional de Madrid. Más tarde lo editarán sus amigos con un prólogo de Rodríguez Correa en dos volúmenes con el título de Rimas y junto a sus Leyendas en prosa, en 1871, para ayudar a la viuda y sus hijos. En sucesivas ediciones se amplió la selección. A partir de la quinta la obra consta ya de tres volúmenes. Iglesias Figueroa recogió en tres tomos Páginas desconocidas (Madrid: Renacimiento, 1923), con otra porción sustancial del corpus becqueriano. Gamallo Fierros editó además en cuatro volúmenes sus Páginas abandonadas. Jesús Rubio ha editado dos álbumes de Julia Espín con textos y dibujos de Gustavo dedicados a su musa, a la que no olvidaría nunca. Se trata de ochenta y cuatro composiciones breves, de dos, tres o cuatro estrofas, muy raramente más, por lo general asonantadas con metros muy variados, de acuerdo con la poesía romántica. 

Bécquer solía repetir la frase de Lamartine de que «la mejor poesía escrita es aquella que no se escribe». Es así en sus setenta y seis cortas Rimasbreves como arpegios, ya que concentró en ellas la poesía que hubiera querido verter en numerosos poemas más extensos que no escribió. El influjo de Bécquer en toda la poesía posterior escrita en castellano es importante, esbozando estéticas como el simbolismo y el modernismo en muchos aspectos. Frente al Romanticismo altisonante y byroniano de un José de Espronceda, Bécquer representa el tono íntimo, al oído, de la lírica profunda. Su «Himno gigante y extraño» rompe con la tradición de la poesía cívica y heroica de Manuel José Quintana y los colores vistosos y la historia nacional de Angel de Saavedra  Duque de Rivas, o José Zorrilla, para meditar profundamente sobre la creación poética, el amor y la muerte, los tres temas centrales de las Rimas. Manuel Altolaguirre afirmó que la poesía de Bécquer es la más humana del Romanticismo español.

Esta rara originalidad le valió el desprecio de Núñez de Arce, quien, acaso por su ideología liberal contraria al tradicionalismo becqueriano, calificó sus Rimas de «suspirillos germánicos». Pero Bécquer meditó profundamente sobre la poesía e intentó reflejar el concepto inasible que tenía de la misma en las Cartas literarias a una mujer, en forma de un largo comentario a la Rima XXI, concluida en el verso «poesía eres tú». Un tú que podía ser también dañoso y cruel, como demuestra la rima descubierta por José María Díez Taboada:
Serpiente del amor, risa traidora,
verdugo del ensueño y de la luz,
perfumado puñal, beso enconado...
¡eso eres tú!
 INFORMACIÓN SACADA DE:
-WIKIPEDIA
-Biografias y vidas
-Bécquer

Mariano José de Larra.

MARIANO JOSÉ DE LARRA

INTRODUCCIÓN
Tras el temprano suicidio de Larra a los 27 años de edad, José Zorrilla lee en su entierro una elegía con la que se da a conocer.
En 1908 algunos de los representantes de la generación del 98, Azorín, Unamuno y Baroja, llevan una corona de flores a su tumba, homenaje que significa su redescubrimiento y la identificación del grupo con el pensamiento de Larra y su preocupación por España.

BIOGRAFÍA
Mariano José de Larra nacido en Madrid el 24 d Marzo de 1809,  fue un escritorperiodista y político español y uno de los más importantes exponentes del Romanticismo español, murió el 13 de Febrero de 1837.
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OBRAS
  • Obras Completas de D. Mariano José de Larra, Montaner y Simón, Barcelona, obra principal. (1886)
  • Macías: Drama histórico que muestra el amor contrariado por el destino, que lleva a la muerte.
  • El doncel de don Enrique el Doliente: Novela histórica ambientada en la Edad Media, según la costumbre romántica. En ella Larra retoma el tema de su drama Macías.

SIGNIFICADO
Larra fue un eminente articulista, con una gran claridad y vigor en su prosa. En este terreno, sólo tiene como precedentes a Quevedo en el siglo XVII o a Feijoo,José Cadalso y Jovellanos en el XVIII. En sus artículos combate la organización del Estado, ataca al absolutismo y al carlismo, se burla de la sociedad, y rechaza la vida familiar. Representa el romanticismo democrático en acción: los males de España son el tema central de su obra crítica y satírica. Descontento con el país y con sus hombres, escribe artículos críticos, la pena capital, contra el pretendiente carlista y el carlismo, contra el uso incorrecto del lenguaje, etc. También cultivó la novela histórica y la tragedia.

Groucho Marx.


GROUCHO MARX


Biografía y obra.
Julius Henry Marx nació en Nueva York, creció en el seno de una modesta familia de inmigrantes alemanes judíos, el cuarto de seis hermanos después de Manfred, Harpo y Chico y antes que Zeppo y Gummo. Su madre era Miene (Minnie) Schoenberg (1864-1929) que emigró a Estados Unidos desde Alemania junto a sus padres y sus hermanos y se preocupó de educar a sus hijos en la música (canto Groucho, piano Chico, arpa Harpo), y su padre era Simon (Samuel) Marx (nacido como Marrix) (1860?-1933), un sastre inmigrante alemán nacido en Alsacia cuando formaba parte de Francia y anexada posteriormente al Imperio Alemán tras la Guerra Franco-Prusiana en 1871, con lo que Samuel pasó de ser ciudadano francés a ciudadano alemán. Orgulloso de su pasado francés fue conocido toda su vida como Frenchy y era, a juicio de su familia, un sastre malísimo.


Libros

  • Memorias de un amante sarnoso (1963)
  • Las cartas de Groucho (1967)
  • Groucho y Chico abogados: Flywheel, Shyster y Flywheel. El serial radiofónico perdido de los hermanos Marx (Barcelona: Tusquets editores, 1999)
  • ¡Sálvese quien pueda! y otras historias inauditas (Plot ediciones, 2005)
  • Groucho y yo.


Películas



  • Copacabana (1947) de Alfred E. Green
  • Double Dynamite (1951)
  • Una mujer en cada puerto (1952)
  • Will Success Spoil Rock  (1957)
  • The Mikado (TV) (1960)
  • Skidoo (1968)

    Giuseppe Garibaldi.


     

    BIOGRAFÍA.
    Giuseppe Garibaldi fue un militar y político italiano, nacido el 4 de julio de 1807. (Niza, Reino de piamonte). Y murió el 2 de de junio de 1882 (Carprera, Reino de Italia).

    PRIMEROS AÑOS.
     Niza cedida a Francia en 1860,a consecuencia de la guerra con Austria. Se hizo notorio históricamente, a causa de su participación en las actividades político-militares, vinculadas al proceso que finalmente produjo la unificación política de Italia, durante el segundo y tercer cuartos del siglo XIX.
    Con 20 años, formó parte de la tripulación del Cortese, un barco queviajó por el Mar Negro siendo testigo de la guerra turco-rusa. En 1832 con 25 años, es nombrado capitán del barco Clorinda, con el que viajó de nuevo por el Mar Negro. La mala suerte quiso que este barco fuera secuestrado por unos piratas turcos.
    Garibaldi estuvo a punto de ser fusilado, pero sólo fue herido en la mano pero consiguió zafarse de los piratas y escapar. En 1883 se dio a conocer por sus discursos sobre la libertad.
      Un año más tarde, pasó a formar parte del movimiento de la Joven Italia de Mazzini, entregando su vida a la patria y ganando los galones de capitán en la Marina del Piamonte.

    ESTANCIA Y LUCHAS POR AMÉRICA.
     Llegó a ser presidente de la filial de esta organización en el continente americano gracias a su amigo También formó parte de la logia masónica Asilo di Vertu.

      Mientras que en Italia buscaba la unificación, en Sudamérica buscaba la fragmentación de las antiguas colonias. Garibaldi entró en el cuerpo de revolucionarios de La joven Europa. Durante esta época tuvo como amantes a Manuela de Paula Ferreira, sobrina de Bento Gonçalves da Silva, y Ana Maria de Jesus Ribeiro, llamada después Anita Garibaldi.

    LAS BATALLAS DE ITAEPÍ Y SAN ANTONIO.
    El 17 de enero de 1840 el gobierno de Juan Manuel de Rosas ataca el pueblo de Belén, en Uruguay, al que por su parte, también saquean y destruyen. Manuel Lavalleja, aliado de Rosas, ocupa luego la ciudad de Salto desalojando por la fuerza a sus habitantes, que les eran adversos, y ubicándolos en un campamento a orillas del arroyo Itapebí, a 21 millas al norte de la ciudad. En noviembre de 1845 una flotilla al mando de Garibaldi llega al puerto de Salto y logra recuperar la ciudad prácticamente sin resistencia. Manuel Lavalleja espera confiado la llegada del ejército de Urquiza pero es sorprendido antes de tiempo por Garibaldi quien había marchado durante la noche para rodearlo y vencerlo en las costas del arroyo Itapebí. Garibaldi rescata a las familias de la ciudad las que vuelven con sus carros de víveres, es hora de organizar la resistencia al ejército que está por llegar. Entre el 6 y el 26 de diciembre, junto a la guarnición formada en Salto, Giuseppe Garibaldi debe resistir un ataque combinado de tropas de Urquiza. La ciudad de Salto sufre un sitio hasta que los atacantes son derrotados el 9 de enero de 1846 en Puntas del arroyo Ceibal. Al amanecer del 8 de febrero de 1846, tropas que provenían de Corrientes, al mando del General Servando Gómez se disponen ahora a atacar a la ciudad de Salto por el norte. La situación es muy difícil, Garibaldi entiende que las mejores oportunidades para la ciudad es que el combate tenga lugar lejos de ella por lo que sale al encuentro del General Servando Gómez en las cercanías del arroyo San Antonio

     
    Buscado en wikipedia.

    José Zorrilla

        INTRODUCCIÓN. 

    José Zorrilla y Moral (Valladolid, 21 de febrero de 1817 – Madrid, 23 de enero de 1893).

    BIOGRAFÍA.

    Vallisoletano, era hijo de José Zorrilla, un hombre conservador y absolutista, seguidor del «pretendiente» Don Carlos V de España; que era relator de la Real Chancillería. Su madre, Nicomedes Moral, era una mujer muy piadosa. Tras varios años en Valladolid, la familia pasó por Burgos y Sevilla para al fin establecerse cuando el niño tenía nueve años en Madrid, donde el padre trabajó con gran celo como superintendente de policía y el hijo ingresó en el Seminario de Nobles, regentado por los jesuitas; allí participó en representaciones teatrales escolares.
    Muerto Fernando VII, el furibundo absolutista que era el padre, fue desterrado a Lerma (Burgos) y el hijo fue enviado a estudiar derecho a la Real Universidad de Toledo bajo la vigilancia de un pariente canónigo en cuya casa se hospedó; sin embargo el hijo se distraía en otras ocupaciones y los libros de derecho se le caían de las manos y el canónigo lo devolvió a Valladolid para que siguiera estudiando allí (1833–1836). Al llegar el díscolo hijo fue amonestado por el padre, que marchó después al pueblo de su naturaleza, Torquemada, y por Manuel Joaquín Tarancón y Morón, rector de la Universidad y futuro Obispo de Córdoba.


    Cultivó todos los géneros poéticos: la lírica, la épica y la dramática.
    Hay en la vida de Zorrilla tres elementos de gran interés para comprender la orientación de su obra. En primer lugar, las relaciones con su padre. Hombre éste despótico y severo, rechazó sistemáticamente el cariño de su hijo, negándose a perdonarle sus errores juveniles. El escritor cargaba consigo una especie de complejo de culpa, y para superarla decidió defender en su creación un ideal tradicionalista muy de acuerdo con el sentir paterno, pero en contradicción con sus íntimas ideas progresistas. Dice en Recuerdos del tiempo viejo: «Mi padre no había estimado en nada mis versos: ni mi conducta, cuya clave él sólo tenía».
    En segundo lugar hay que destacar su temperamento sensual, que le arrastraba hacia las mujeres: dos esposas, un temprano amor con una prima, amores en París y México, dan una lista que, aunque muy lejos de la de Don Juan, camina en su misma dirección. El amor constituye uno de los ejes fundamentales de toda su producción.

     
    En el año 1889 fue coronado como poeta laureado de España en Granada por el duque de Rivas en presencia de la reina regente Isabel II. Don Juan Tenorio (1844), quizá la única pieza dramática conocida por todos los españoles, suele reponerse tradicionalmente todos los años el 1º de noviembre.

    José Zorrilla falleció en Madrid el 23 de enero de 1893.


    OBRAS.
     
    Los Cantos del Trovador
    Granada
    La Leyenda del Cid
    A buen juez mejor testigo
    Para verdades el tiempo y para justicias Dios
    El capitán Montoya
    Margarita la tornera
    La pasionaria
    La azucena silvestre
    La princesa Doña Luz
    A la memoria de Larra
    El zapatero y el Rey
    Sancho García
    El puñal del godo
    Don Juan Tenorio
    La Calentura
    Traidor, inconfeso y mártir

    domingo, 16 de febrero de 2014

    Bécquer.


    (Gustavo Adolfo Domínguez Bastida; Sevilla, 1836-Madrid, 1870) Poeta español. Hijo y hermano de pintores, quedó huérfano a los diez años y vivió su infancia y su adolescencia en Sevilla, donde estudió humanidades y pintura.

    En 1854 se trasladó a Madrid, con la intención de hacer carrera literaria. Sin embargo, el éxito no le sonrió; su ambicioso proyecto de escribir una Historia de los templos de España fue un fracaso, y sólo consiguió publicar un tomo, años más tarde. Para poder vivir hubo de dedicarse al periodismo y hacer adaptaciones de obras de teatro extranjero, principalmente del francés, en colaboración con su amigo Luis García Luna, adoptando ambos el seudónimo de «Adolfo García».


    Durante una estancia en Sevilla en 1858, estuvo nueve meses en cama a causa de una enfermedad; probablemente se trataba de tuberculosis, aunque algunos biográfos se decantan por la sífilis. Durante la convalecencia, en la que fue cuidado por su hermano Valeriano, publicó su primera leyenda, El caudillo de las manos rojas, y conoció a Julia Espín, según ciertos críticos la musa de algunas de sus Rimas, aunque durante mucho tiempo se creyó erróneamente que se trataba de Elisa Guillén, con quien el poeta habría mantenido relaciones hasta que ella lo abandonó en 1860, y que habría inspirado las composiciones más amargas del poeta.

    En 1861 contrajo matrimonio con Casta Esteban, hija de un médico, con la que tuvo tres hijos. El matrimonio nunca fue feliz, y el poeta se refugió en su trabajo o en la compañía de su hermano Valeriano en las escapadas de éste a Toledo para pintar.

    La etapa más fructífera de su carrera fue de 1861 a 1865, años en los que compuso la mayor parte de sus Leyendas, escribió crónicas periodísticas y redactó las Cartas literarias a una mujer, donde expone sus teorías sobre la poesía y el amor. Una temporada que pasó en el monasterio de Veruela en 1864 le inspiró Cartas desde mi celda, un conjunto de hermosas descripciones paisajísticas.

    Económicamente las cosas mejoraron para el poeta a partir de 1866, en que obtuvo el empleo de censor oficial de novelas, lo cual le permitió dejar sus crónicas periodísticas y concentrarse en sus Leyendas y sus Rimas, publicadas en parte en El museo universal. Pero con la revolución de 1868, el poeta perdió su trabajo, y su esposa lo abandonó ese mismo año.

    Se trasladó entonces a Toledo con su hermano Valeriano, y allí acabó de reconstruir el manuscrito de las Rimas, cuyo primer original había desaparecido cuando su casa fue saqueada durante la revolución septembrina. De nuevo en Madrid, fue nombrado director de la revista La Ilustración de Madrid, en la que también trabajó su hermano como dibujante.

    El fallecimiento de éste, en septiembre de 1870, deprimió extraordinariamente al poeta, quien, presintiendo su propia muerte, entregó a su amigo Narciso Campillo sus originales para que se hiciese cargo de ellos tras su óbito, que ocurriría tres meses después del de Valeriano.



    La obra de Becquer

    La inmensa fama literaria de Bécquer se basa en sus Rimas, que iniciaron la corriente romántica de poesía intimista inspirada en Heine y opuesta a la retórica y la ampulosidad de los poetas románticos anteriores. La crítica literaria del momento, sin embargo, no acogió bien sus poemas, aunque su fama no dejaría de crecer en los años siguientes.

    Las Rimas, tal y como han llegado hasta nosotros, suman un total de ochenta y seis composiciones. De ellas, setenta y seis se publicaron por vez primera en 1871 a cargo de los amigos del poeta, que introdujeron algunas correcciones en el texto, suprimieron algunos poemas y alteraron el orden del manuscrito original (el llamado Libro de los gorriones, hoy custodiado en la Biblioteca Nacional de Madrid). El contenido de las rimas ha sido dividido en cuatro grupos: el primero (rimas I a XI) es una reflexión sobre la poesía y la creación literaria; el segundo (XII a XXIX), trata del amor y de sus efectos en el alma del poeta; el tercero (XXX a LI) pasa a la decepción y el desengaño que el amor causa en el alma del poeta; y el cuarto (LII a LXXXVI) muestra al poeta enfrentado a la muerte, decepcionado del amor y del mundo. Las Rimas se presentan habitualmente precedidas de la "Introducción sinfónica" que, probablemente, Bécquer preparó como prólogo a toda su obra.
    Su prosa destaca, al igual que su poesía, por la gran musicalidad y la sencillez de la expresión, cargada de sensibilidad; siguiendo los pasos de Hoffmann y Poe, sus Leyendas recrean ambientes fantásticos y envueltos en una atmósfera sobrenatural y misteriosa. Destacan por ese ambiente de irrealidad, de misterio, situado siempre sobre un plano real que deforma y desbarata. Así, en La Corza blanca, donde la protagonista se transforma de noche en el citado animal; o en El monte de las ánimas, en la que el mismo escenario de un paseo amoroso se transforma en el campo del horror fantasmal y en la que el terror llega hasta la alcoba mejor defendida y adornada; o, por fin, en Los ojos verdes y, sobre todo, El rayo de luna, donde lo irreal, enfrentado a la realidad, haceoptar a los protagonistas por el sueño, por la locura en la que quieren vivir lo que la realidad les niega. Son logradas las descripciones de ambientes: del barullo de la entrada en la catedral en Maese Pérez, el organista, al silencio del claustro en El rayo de luna, o las procesiones fantasmales de La ajorca de oro y El Miserere.

    jueves, 13 de febrero de 2014

    José Zorrilla.

    José Zorrilla.

    Biografía.

    José Zorrilla 
    (1817-1893)

    José Zorrilla nació en Valladolid (1817). Su padre, José Zorrilla, era hombre de rígidos principios, absolutista y partidario del pretendiente don Carlos; su madre, Nicomedes Moral, mujer piadosa, sufrida y sometida al marido. Tras varios años en Valladolid, Burgos y Sevilla, la familia se estableció en Madrid, donde el padre ejerció con gran celo el cargo de superintendente de policía y el hijo ingresó en el Seminario de Nobles. 

    Estudió leyes en las universidades de Toledo y Valladolid (1833-36), con nulo aprovechamiento. Durante unas vacaciones se enamoró de una prima, a la que evoca en "Recuerdo del Arlanza", era éste el primero de una larga lista de amores. 

    Huyó de la casa paterna (1836), refugiándose en Madrid, donde la fama lo sacó súbitamente (1837) de una vida oscura y llena de privaciones: Zorrilla, un joven delgado y pálido, como lo han retratado varios contemporáneos, se reveló como poeta al pie del sepulcro de Larra, leyendo emocionadamente una composición en honor del suicida, cuando toda la capital se hallaba reunida en el cementerio para rendirle el último tributo. 

    Se casó con Florentina O’Reilly (1839), viuda bastante mayor que él y con un hijo. No fue el dinero el motivo de la boda, pues estaba arruinada. Aparte la edad, varias causas concurrieron a hacer infeliz el matrimonio: la antipatía del hijo hacia el intruso, las riñas entre mujer y suegra, la desaprobación del padre. 

    Viajó a Francia (1845), asistiendo en París a algunos cursos de la Facultad de Medicina y relacionándose con Dumas, George Sand, Musset y Gautier. Ese mismo año murió su madre, dejándole profunda melancolía. 

    De regreso en Madrid (1846), recibió varios honores dos año más tarde: se le nombró miembro de la Junta del recién fundado Teatro Español; el Liceo organizó una sesión para exaltarle públicamente; la Real Academia lo admitió en su seno, aunque sólo tomaría posesión en 1885. Pero la muerte del padre (1849) le causó un duro golpe: su progenitor se negó a perdonarle la huida y la boda, dejando un enorme peso en la conciencia del hijo. Por otro lado, le legó considerables deudas. 

    Huyendo de su mujer, se estableció en París (1851) y Londres (1853), a donde le acompañaron los inseparables apuros económicos. En París endulzó sus penas Leila, a quien amó apasionadamente. En tanto que en la capital británica hizo amistad con el famoso relojero Losada que le ayudó. 

    Embarcó, por fin, rumbo a México ( 1854-66), interrumpiendo su estancia allí para pasar un año en Cuba (1858). Llevó en aquel país una vida de aislamiento y pobreza, sin mezclarse en la guerra civil, que dividía a federales y unitarios. Cuando Maximiliano ocupó el poder (1864), Zorrilla se convirtió en poeta áulico y fue nombrado director del Teatro Nacional. 

    Muerta su esposa, regresó a España (1866), donde se le admiraba, pero se le creía superado. El fusilamiento de Maximiliano, abandonado a su triste suerte por el Papa y Napoleón III, le produjo una profunda crisis religiosa. 

    Casado de nuevo con Juana Pacheco (1869), siguió en permanentes apuros económicos, de los que apenas lograrían sacarle ni una comisión gubernamental en Roma (1873) ni una pensión nacional otorgada tardíamente. 

    Se hizo famoso dando recitales públicos y obtuvo numerosos honores entre los que sobresalen su nombramiento de cronista de Valladolid (1884) y su coronación como poeta nacional en Granada (1889). 

    Murió en Madrid (1893), tras una intervención quirúrgica para extraerle un tumor cerebral. Su entierro fue un gran homenaje de admiración. 

    Hay en la vida de Zorrilla algunos detalles de gran interés para comprender la orientación de su obra. En primer lugar, las relaciones con su padre. Hombre éste despótico y severo, rechazó sistemáticamente el cariño de su hijo, negándose a perdonarle sus errores juveniles. El escritor cargaba consigo una especie de complejo de culpa, y para superarla decidió defender en su creación un ideal tradicionalista muy de acuerdo con el sentir paterno. Dice en Recuerdos del tiempo viejo: "Mi padre no había estimado en nada mis versos: ni mi conducta, cuya clave él sólo tenía". 

    Importante es destacar su temperamento sensual, que le arrastraba hacia las mujeres: dos esposas, un temprano amor con una prima, amores en París y México, dan una lista que, aunque muy lejos de la de don Juan, camina en su misma dirección. El amor constituye uno de los ejes fundamentales de toda su producción. 

    No es ocioso preguntar, como tercer factor condicionante, sobre la salud de Zorrilla. A cierta altura de su vida, en efecto, se inventó un doble, loco (Cuentos de un loco, 1853), que aparece casi obsesivamente después. En Recuerdos del tiempo viejo habla de sus alucinaciones y sonambulismo. ¿Cuándo apareció el tumor cerebral y cómo afectó su comportamiento? Quizá el papel predominante de la fantasía en el escritor encuentre una explicación por este lado. 

    De su carácter ha dicho su biógrafo Narciso Alonso Cortés que era ingenuo como un niño, bondadoso y amigo de todos, ignorante del valor del dinero y ajeno a la política. Conviene resaltar, además, su independencia, de la que se sentía muy orgulloso. En versos que recuerdan a los de Antonio Machado, confesó que a su trabajo lo debía todo, y llegó a rechazar lucrativos puestos públicos por no sentirse preparado: "Yo temo -afirma en sus Recuerdos...- que nuestra revolución va a ser infructífera para España por creernos todos los españoles buenos y aptos para todo y meternos todos a lo que no sabemos".