sábado, 16 de noviembre de 2013

CARLOS III DE ESPAÑA.

Carlos III de Borbón (Madrid, 20 de enero de 1716 – Ibid., 14 de diciembre de 1788), fue duque de Parma (como Carlos I) entre 1731 y 1735, rey de Nápoles (como Carlos VII) y rey de Sicilia (como Carlos V) de 1734 a 1759 y de España desde 1759 hasta su muerte. Ha recibido como sobrenombres el Político[2] y el Mejor Alcalde de Madrid.
Carlos era el tercer hijo varón de Felipe V que llegó a la vida adulta y el primero que tuvo con su segunda mujer, Isabel de Farnesio, por lo que fueron sus medio hermanos Luis I y Fernando VI, quienes sucedieron a su padre en un primer momento. La muerte sin descendencia de estos llevaría a Carlos a ocupar el Trono español.
Carlos sirvió a la política familiar como una pieza en la lucha por recuperar la influencia española en Italia: heredó inicialmente de su madre los ducados de Parma, Plasencia y Toscana (1731); pero más tarde, al conquistar Felipe V el Reino de Nápoles y Sicilia en el curso de la Guerra de Sucesión de Polonia (1733-1735), pasó a ser rey de aquellos territorios con el nombre de Carlos VII. Contrajo matrimonio en 1737 con María Amalia de Sajonia, hija de Federico Augusto II, duque de Sajonia y de Lituania y rey de Polonia.

Infancia y juventud

Carlos III con unos 10 años de edad. Cuadro de Jean Ranc.
Nace el 20 de enero de 1716 a las 4 de la madrugada en el Real Alcázar de Madrid. Su cuidadora fue María Antonia de Salcedo. Luego, fueron responsables de él un grupo de hombres a cargo de Francisco María Spínola y Spínola, Duque de San Pedro.[3] El 15 de enero 1724 su hermanastro Luis hereda el trono por la abdicación de su padre en su favor, pero fallece en agosto y su padre vuelve a ser rey.
Se trasladará a Sevilla junto con su padre en 1729. Las naciones europeas, con el Tratado de Utrecht de entre 1713 y 1715 y el Tratado de Hannover de septiembre 1725, firmado como respuesta al Tratado de Viena de abril de 1725, establecían sus posiciones en Europa. España había perdido muchos territorios e influencia tras la Guerra de Sucesión. Sin embargo, esta situación no duraría mucho ya que en los planes de Felipe V estaba recuperar sus territorios en Italia.
Desde Sevilla, el monarca pone en marcha un plan para asegurar la sucesión de su hijo en el Ducado de Parma, firmando el Tratado de Sevilla con Inglaterra y Francia. Sin embargo, a la muerte del Duque de Parma, el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos VI invade esos territorios y Felipe V no recibe apoyo de las dos potencias, por lo que amenaza con declarar la guerra por su cuenta.[4] En 1731, el Imperio Romano Germánico se adherirá al Tratado de Sevilla y Carlos III, con 15 años, abandonará Andalucía rumbo a Italia para ocupar sus plazas.
El 1 de febrero de 1733 moría Augusto II, rey de Polonia, cuya monarquía no era hereditaria, sino elegida por el Parlamento polaco, el Sejm. Felipe V envía desde Sevilla un emisario a Varsovia para negociar la candidatura del infante don Felipe y la del infante Carlos. Sin embargo, sus candidatos tenían pocas posibilidades frente a otros con apoyos de Austria y Francia. Felipe V se traslada a Madrid y firma el Tratado del Escorial, Primer Pacto de Familia, donde España abandona su pretensión polaca y decide aliarse con Francia para luchar contra el Imperio Romano Germánico a cambio de la ayuda de Francia en su campaña contra Nápoles y Sicilia, bajo el control austríaco, y para conseguir Gibraltar. La guerra en Italia se ganó, y el 10 de mayo de 1734 el infante don Carlos ordenó proclamar Rey a su padre, sin embargo Felipe V cedió Nápoles y Sicilia a su hijo.

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