El Rococó es un movimiento artístico nacido en Francia, que se desarrolla de forma progresiva entre aproximadamente los años 1730 y 1760.
El rococó es definido como un arte individualista, antiformalista y cortesano. Se caracteriza por el gusto por los colores luminosos, suaves y claros. Predominan las formas inspiradas en la naturaleza, la mitología, la belleza de los cuerpos desnudos, el arte oriental y especialmente en los temas galantes y amorosos. Es un arte básicamente mundano, sin influencias religiosas, que trata temas de la vida diaria y las relaciones humanas, un estilo que busca reflejar lo que es agradable, refinado, exótico y sensual.
Características del Rococó:
En arquitectura, los edificios mantienen un trazado externo simple, sin embargo, en el interior la decoración se desborda. El rococó impone la acumulación de elementos decorativos basados en líneas ondulantes y en la asimetría. Alcanza mucha difusión el gusto chino, que había entrado en Europa con las piezas de porcelana, telas o lacas, y que decorará los salones occidentales con sus temas más representativos.
Escultura Rococó:
Respecto a la escultura, el estilo provoca en España la aparición de ciertos rasgos que se incorporan al vocabulario básico del Barroco, pero que no llegan a modificarlo. Entre ellos, una mayor dulzura e intimismo en la interpretación de los temas y un mayor aprecio por lo pintoresco y por los detalles más triviales.
Arquitectura Rococó:
Los palacios son los primeros en adoptar como elementos básicos caprichosos recuadros, columnas esculpidas, conchas, etc.
La pintura rococó tuvo un predominante sentido y función decorativos. En ella lo pictórico predomina sobre la línea, sobre el dibujo, siendo de gran espontaneidad de pincelada, como se comprueba en los bocetos y modellini de los grandes frescos y cuadros de altar. Al gran auge de la pintura al fresco y al óleo, herencias del Barroco, se unirán en la época del Rococó nuevas técnicas pictóricas como el pastel o la acuarela. Composiciones y figuras se caracterizarán por la gracia, la delicadeza y la artificiosidad como exponentes de un arte para la aristocracia y la alta burguesía. Los colores que utilicen los pintores rococó en su paleta serán suaves, luminosos y delicados, predominando los tonos pastel (amarillos claros, rosas, verdes pálidos, azules celeste, grises perla, combinados con blanco).
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