Neolitización.
Se denomina neolitización o revolución neolítica a la primera transformación radical de la forma de vida de la humanidad, que pasa de ser nómada a sedentaria y de economía recolectora (caza, pesca y colectación) a productora (agricultura y ganadería).
Este proceso tuvo lugar hace más de 9 mil años (VII milenio a.C.) como respuesta a la crisis climática que se produce en el comienzo del Holoceno , tras la última glaciación. En primer lugar afectó a la amplia zona que, debido a su apariencia en el mapa, ha recibido el nombre de creciente fértil o media luna fértil: incluye desde la parte egipcia del Valle del Nilo hasta Mesopotamia (el territorio entre los ríos Trigris y Eúfrates), pasando por la franja costera del Levante mediterráneo y la región montañosa del sureste de la actual Turquía. Dentro de ella, los lugares donde se han encontrado las pruebas arqueológicas más antiguas de neolitización no son precisamente las llanuras aluviales de los grandes ríos, sino yacimientos situados en una zona más estrecha.
Consecuencias.
Una alteración radical del paisaje, que puede pasar a definirse como paisaje humanizado de tipo agrícola, ganadero y forestal (paisaje agrario). Esa pérdida de diversidad biológica y simplificación de las cadenas tróficas, sometidas al gusto humano, tuvo a su vez una consecuencia muy interesante: Para cada uno de los cultivos, la actividad de distintos grupos humanos a lo largo de todo el mundo durante milenios permitió una prolongada selección artificial de especies, que ha dado lugar a una enorme variabilidad genética en las semillas globalización, que impone procesos agrícolas y semillas estandarizadas, reducidas en número a las más demandadas por el mercado. El peligro de desaparición de este patrimonio de la humanidad acumulado y conservado en las comunidades rurales dispersas por todo el mundo es objeto actualmente de la atención de programas internacionales de protección. que en la actualidad se está perdiendo como consecuencia de la
- Una no menor alteración en los propios seres humanos, habiéndose llegado a estimar que probablemente condujo a un empeoramiento real de las condiciones de vida por reducción de la variación de la dieta, a pesar de garantizar un suministro más continuo de comida. La vida se hace más segura, pero más monótona. El sedentarismo y el aumento espectacular de la densidad de población también produjo peores condiciones sanitarias y endemizó. las enfermedades. La presión de la selección natural sobre la especie humana, desde entonces y hasta hoy, ya no se efectúa en las mismas circunstancias que en los cientos de miles de años anteriores (al posibilitarse la supervivencia y reproducción de individuos que con un modo de vida paleolítico no las habrían alcanzado). La dinámica de poblaciones se vuelve enteramente distinta.
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